miércoles, 13 de enero de 2010

PRIMERAS PLANAS

Es el que se dedica a tomarle fotos a los muertos. No, es el que toma fotos a las personas en los choques. Mi papá me dijo que es el que sale en el canal cuatro en Las Historias de la Noche. Todos ellos tienen una idea de lo que es el periodista. Niños de primer grado de primaria, que muchos de ellos han visto las cruentas imágenes que muestran las publicaciones de la nota roja en todos los puestos de periódicos de la ciudad. Una vez vi a un señor que le dieron muchos balazos y pusieron el dibujo encima. Son las imágenes que impactan a los niños y que les comunican la situación del entorno en donde viven, sin que esa sea la finalidad, claro está.

Trato de explicarles que son dignos de publicarse, los hechos más importantes que suceden en el país y en el mundo entero. De manera inmediata aparece la expresión de nuevo. Las fotos del señor muerto. Los que se murieron en el choque. De momento nos interrumpe un presunto ciego que vende bolsas para lápices de colores, así como es común que aparezcan personas inválidas en las escuelas vendiendo algún artículo o pidiendo alguna moneda. Viene acompañado de lo que parece ser una de las maestras de la institución. Después que el invidente se ha retirado, continuamos con la charla. Les platico acerca de los medios en que suelen transmitirse las noticias que se recogen día a día. Algunos de los papás de los niños ven los noticiarios en la televisión y ninguno de ellos compra el periódico. Con el periódico en sus manos los niños se emocionan cuando descubren que también aparecen impresas fotografías de sus equipos y futbolistas favoritos. El alboroto por las imágenes de aficionados del América y Pachuca en la sección de deportes del Ocho Columnas es demasiado y su maestro Israel tiene que imponer el orden.

Después de la pausa deportiva, Juan Ramón, de 7 años de edad, que cursa por segunda vez el primer grado, continúa describiendo ávidamente las imágenes que captan su atención cuando va por la calle y mira los puestos de periódicos. También le gusta ver las revistas de “muchachas encueradas” tal como lo delata su compañero de al lado. No le gusta ver las noticias en la televisión. Luego cambia de opinión y dice que no le gusta verlas cuando está acompañado de su papá.

Las publicaciones que se dedican exclusivamente a mostrar imágenes de accidentes, asesinatos, decapitaciones y demás entuertos se exhiben al público sin censura alguna, ocupando espacios privilegiados en las casetas de periódicos. Acciones para legislar acerca de la exposición de este tipo de material hemos escuchado alguna vez, pero nada concreto. Es verdad, el problema está allí, estos sucesos se presentan día con día, pero no se trata de ignorarlos o pretender que no suceden, sino de manejar la información y dedicar su exposición a quienes están deliberadamente interesados en dichos temas.

La naturalidad con la que hablan estos niños se contrapone con lo conflictivo de los hechos e imágenes que relatan. ¿Qué resultado tendremos si desde pequeños las personas se van desensibilizando hacia el crimen de manera que se convierta en sólo una cosa más de todos los días? Un estado de coma perpetuo en el que los futuros ciudadanos no exigirán el cumplimiento de las todas las acciones de seguridad necesarias en un país acostumbrado a ver sangre derramada.